viernes, 27 de mayo de 2016

Tratamiento del Alcohlismo


El pilar básico del tratamiento de la HPA es la abstinencia alcohólica. A ello deben añadirse unas medidas generales y otras específicas como los suplementos nutricionales y los corticoides en el caso de la HA grave. El IM y la puntuación MELD son los índices pronósticos más utilizados para decidir el inicio del tratamiento farmacológico en el primer día de hospitalización del paciente con una HA grave

Abstinencia alcohólica

Debe ser la primera medida terapéutica en todos los casos. Los largos periodos de abstinencia consiguen mejorar:
·         la evolución del daño hepático
·         disminuir la presión portal
·         evitar la progresión a CH
·         aumentar la supervivencia en cualquiera de los estadios de la HPA
 Esta mejoría ocurre en la mayoría de los casos tras tres meses de abstinencia, aunque es menos significativa entre las mujeres.


Dependencia alcohólica

Es difícil de tratar y con frecuencia es necesario un abordaje multidisciplinar que incluya medidas psicológicas y farmacológicas que ayuden a abandonar este hábito y a evitar la recaída.
La determinación en sangre de la CDT, cuyo valor se normaliza tras 2 semanas sin consumir alcohol, puede ser útil para confirmar la abstinencia.
Entre los medicamentos útiles para conseguir la abstinencia se encuentran los fármacos aversivos como el disulfiram o la cianamida,
 anticraving  disminuyen el deseo compulsivo de alcohol y las recaídas como el acamprosato (acetylhomotaurina) o el baclofén, y los antagonistas de los opiáceos como la naltrexona.

Nutrición

La malnutrición proteico-calórica, las deficiencias en vitaminas (A, D, K, B1 o tiamina, B12 o piridoxina, folato) y minerales, como el zinc, son frecuentes en el alcoholismo y ensombrecen el pronóstico de la HPA. Diferentes estudios sugieren que los suplementos nutricionales orales, enterales o parenterales, según la situación y gravedad del enfermo, mejoran la función hepática y la supervivencia del paciente con HPA, tanto en fase de HA como de CHA. La nutrición enteral total consiste en la administración de 2.000 kcal/día en infusión continua a través de una sonda nasogástrica especial y mediante una bomba peristáltica. Siempre que el paciente pueda tolerar la vía oral, los nutricionistas recomiendan una dieta de 1,2-1,5 g de proteínas/kg de peso y 35-40 kcal/kg/día en forma de comidas frecuentes, con un desayuno completo y una toma a la hora de acostarse.

Los corticoides y la pentoxifilina 

Son los únicos fármacos que recomiendan las guías clínicas para el tratamiento farmacológico de la HA grav

·        Corticoides El mecanismo por el que pueden ser beneficiosos en la HA es múltiple: acción inmunomoduladora
·         Acción antifibrogénica
·         efecto anabolizante
·         inhibición de la formación de aductos de AcH
·         bloqueo de la expresión de moléculas de adhesión intercelular.



Anticitoquinas Se han estudiado varios agentes que inhiben los efectos del TNF-α como la pentoxifilina, el infliximab o el etanercept. La pentoxifilina administrada por vía oral, inhibe la transcripción del TNF-α. Es un fármaco barato, con pocos efectos adversos, que mejora la supervivencia a corto plazo y previene el síndrome hepatorrenal en los pacientes con una HA grave












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