El
pilar básico del tratamiento de la HPA es la abstinencia alcohólica. A ello
deben añadirse unas medidas generales y otras específicas como los suplementos
nutricionales y los corticoides en el caso de la HA grave. El IM y la
puntuación MELD son los índices pronósticos más utilizados para decidir el
inicio del tratamiento farmacológico en el primer día de hospitalización del
paciente con una HA grave
Abstinencia
alcohólica
Debe ser la primera medida terapéutica en todos los
casos. Los largos periodos de abstinencia consiguen mejorar:
·
la
evolución del daño hepático
·
disminuir
la presión portal
·
evitar
la progresión a CH
·
aumentar
la supervivencia en cualquiera de los estadios de la HPA
Esta mejoría ocurre en la mayoría de los casos
tras tres meses de abstinencia, aunque es menos significativa entre las
mujeres.
Dependencia
alcohólica
Es difícil de tratar y con frecuencia es necesario
un abordaje multidisciplinar que incluya medidas psicológicas y farmacológicas
que ayuden a abandonar este hábito y a evitar la recaída.
La
determinación en sangre de la CDT, cuyo valor se normaliza tras 2 semanas sin
consumir alcohol, puede ser útil para confirmar la abstinencia.
Entre
los medicamentos útiles para conseguir la abstinencia se encuentran los
fármacos aversivos como el disulfiram o la cianamida,
anticraving disminuyen el deseo compulsivo de alcohol y
las recaídas como el acamprosato (acetylhomotaurina) o el baclofén, y los
antagonistas de los opiáceos como la naltrexona.
Nutrición
La malnutrición proteico-calórica, las
deficiencias en vitaminas (A, D, K, B1 o tiamina, B12 o piridoxina, folato) y
minerales, como el zinc, son frecuentes en el alcoholismo y ensombrecen el
pronóstico de la HPA. Diferentes estudios sugieren que los suplementos
nutricionales orales, enterales o parenterales, según la situación y gravedad
del enfermo, mejoran la función hepática y la supervivencia del paciente con
HPA, tanto en fase de HA como de CHA. La nutrición enteral total consiste en la
administración de 2.000 kcal/día en infusión continua a través de una sonda
nasogástrica especial y mediante una bomba peristáltica. Siempre que el
paciente pueda tolerar la vía oral, los nutricionistas recomiendan una dieta de
1,2-1,5 g de proteínas/kg de peso y 35-40 kcal/kg/día en forma de comidas
frecuentes, con un desayuno completo y una toma a la hora de acostarse.
Los corticoides y la
pentoxifilina
Son los únicos fármacos que recomiendan las guías
clínicas para el tratamiento farmacológico de la HA grav
· Corticoides El mecanismo por el que pueden ser beneficiosos en
la HA es múltiple: acción inmunomoduladora
·
Acción
antifibrogénica
·
efecto
anabolizante
·
inhibición
de la formación de aductos de AcH
·
bloqueo
de la expresión de moléculas de adhesión intercelular.
Anticitoquinas Se
han estudiado varios agentes que inhiben los efectos del TNF-α como la
pentoxifilina, el infliximab o el etanercept. La pentoxifilina administrada por
vía oral, inhibe la transcripción del TNF-α. Es un fármaco barato, con pocos
efectos adversos, que mejora la supervivencia a corto plazo y previene el
síndrome hepatorrenal en los pacientes con una HA grave